Guipúzcoa hace protagonistas a los mayores en su acompañamiento y cuidado

En 2031 las personas dependientes en la diputación aumentarán un 49 por ciento

Laura Chivato

Las personas mayores de 80 años ya superan las 50.000 en Guipúzcoa y en 2031 se espera que este número aumente hasta las 68.000, es decir, un 36 por ciento más que a día de hoy, según el Instituto Vasco de Estadística. De estas, 25.800 serían dependientes, un 49 por ciento más que en la actualidad. Además, los modelos de convivencia han ido cambiando con los años, un hecho que, junto con los datos demográficos, hace necesario repensar el cuidado que se da a los mayores en sus domicilios para así satisfacer uno de sus mayores deseos: envejecer en su casa y en su entorno aun cuando padecen situaciones de dependencia.

Todo ello es lo que ha llevado a la Diputación Foral a plantearse de qué manera se puede mejorar la atención a estas personas y adaptar la cobertura de prestaciones y servicios a las nuevas demandas. Por este motivo, desde Guipúzcoa han desarrollado ‘Vivir en Casa’ (Etxean Bizi en vasco), un programa piloto para que los mayores en situación de dependencia puedan seguir viviendo en sus casas, garantizando una atención sociosanitaria integrada de acuerdo, tanto con sus necesidades y preferencias, como con las de las personas cuidadoras. “Este programa pone en el centro de la planificación de los cuidados tanto a la persona como a los cuidadores. Partimos de sus necesidades, pero sobre todo garantizando sus derechos, respetando sus preferencias y deseos en la atención y en la vida cotidiana, para así conseguir mejoras en la calidad de vida y bienestar”, explica Maite Peña, diputada de Políticas Sociales.

“Partimos de sus necesidades, pero sobre todo garantizando sus derechos, respetando sus preferencias y deseos en la atención y en la vida cotidiana”

Peña subraya que se trata de una revisión” del modelo guipuzcoano de atención con el que se pretende avanzar a través de esta iniciativa, basada en el desarrollo de una propuesta de atención integral en el domicilio, para así incorporar y coordinar a todas las personas implicadas en la atención del mayor. Es decir: familias, servicios sociales en general y el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en particular, Atención Primaria y especializada de salud, sector de empleo de hogar y cuidados, asistentes personales, voluntariado, comercios y servicios de proximidad e iniciativas de participación comunitaria, con especial atención al movimiento Lagunkoia que actualmente integra a 52 municipios en Gipuzkoa”, recalca la diputada.

Un año con 200 personas

El proyecto ya se ha puesto en marcha en Elgoibar, Pasaia y Errenteria y durante un año se espera trabajar con 200 personas con un grado II de dependencia a través de un diseño de investigación-acción con el apoyo de la Fundación Matia. Estas 200 personas se dividen en dos grupos: por un lado, unas 100 constituyen el grupo experimental, aquel que recibe un modelo de atención que integre atenciones sociales, sanitarias, acción voluntaria y otras procedentes de servicios de proximidad y entorno comunitario; y las otras 100 son el grupo de control, es decir, seguirán recibiendo las mismas atenciones que antes del proyecto hasta que se analicen las diferencias entre un grupo y otro.

“A través de ‘Vivir en casa’ se está realizando una exhaustiva evaluación de necesidades que validará la situación actual en las mencionadas poblaciones. Y, en base a los resultados, se ofrecerá una respuesta y cartera de servicios que se definirá en cooperación con las administraciones locales, sistema de salud y agentes del tercer sector, integrando y coordinando las atenciones”, destaca Peña.

“En base a los resultados, se ofrecerá una respuesta y cartera de servicios que se definirá en cooperación con las administraciones locales, sistema de salud y agentes del tercer sector”

El Instituto Vasco de Competitividad de la Universidad de Deusto analizará la sostenibilidad de este modelo a través de un estudio de costes, aunque el proyecto se ajusta “y está en total coherencia”, según la diputada, con las Líneas Estratégicas de Atención Sociosanitaria Euskadi 2017-2020.

Objetivos del proyecto

En general, desde la Fundación Matia argumentan que lo que se persigue es identificar un modelo sostenible de atención sociosanitaria integrada y centrada en las personas que viven en sus domicilios, desde la coordinación de aquellos servicios y apoyos necesarios para obtener la mejor calidad de vida de estas personas y su entorno familiar”.

La consecución de este objetivo general exige un “avance significativo en aspectos esenciales” que, según la Fundación, son:

  • El cumplimiento de los deseos y preferencias de las personas que necesitan ayuda en lo que respecta a su modo de vida en su domicilio en condiciones de dignidad el mayor tiempo posible.
  • La promoción de la autonomía y la calidad de vida en la vejez, en el marco del desarrollo de un modelo de atención integral y centrada en las personas en el que se garantice flexibilidad y adaptación ágil de respuestas a necesidades.
  • La integración de esfuerzos para que estas personas permanezcan incorporadas a la vida social y comunitaria, como fuente de realización y bienestar para ellas y su entorno cercano.
  • Avanzar en la identificación de metodologías innovadoras tanto en la generación de conocimiento como en la intervención, con especial atención a la identificación de competencias y habilidades de la figura profesional de Gestora del caso.
  • En definitiva, el proyecto Etxean Bizi, establece como hipótesis central que la coordinación de programas y servicios desde un modelo de provisión cercana, puede satisfacer de manera adecuada las necesidades y preferencias de personas en situación de dependencia y de sus cuidadoras en el ámbito domiciliario.
  • Asimismo, se espera que este modelo sea coste efectivo, genere empleo y mejore la calidad de vida de las personas que necesitan ayuda, sus familias y los territorios que habitan, promoviendo un movimiento de amigabilidad entre la ciudadanía y su población en situación de dependencia. En definitiva, la clave del proyecto está en la coordinación y optimización de recursos desde un marco conceptual centrado en las personas.