“Nuestras residencias ya no pueden seguir siendo instituciones en las que sea la persona quien se adapte a ellas”

La opinión de Paquita Morata, gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (ARADE)

Llevamos años oyendo hablar sobre ACP (Atención Centrada en la Persona), no voy a ser yo quien reitere lo dicho por múltiples especialistas. Teresa Martinez, Antonio Burgueño, Ana Urrutia, entre otros, desde sus diferentes entidades y enfoques han llenado páginas, y siguen recorriendo nuestro país impartiendo cursos, jornadas, como ponentes en distintos congresos…

Tenemos a nuestra disposición artículos y páginas web que animo a leer a aquellos que aún no las conozcan. En las mismas, nos facilitan la información y las pautas de actuación, que todo el mundo del sector de atención a las personas mayores debería conocer, tomándose la molestia de saber que existe un modo distinto de llevar a cabo su servicio. Adjunto algunas de ellas. (www.acpgerontologia.com; www.fundacionpilares.org; www.cuidadosdignos.org)

Nuestras residencias ya no pueden seguir siendo instituciones en los que sea la persona quien se adapte a ellas, sino que deben respetar la singularidad de sus usuarios, de cada una de las personas, como individuo, al que ofrecer un servicio que realmente mejore su calidad de vida.

Nuestras residencias ya no pueden seguir siendo instituciones en los que sea la persona quien se adapte a ellas

Queda mucho camino por recorrer, algunos países europeos y CC.AA. de España lideran este cambio y son el reflejo de lo que tendrá que suceder en el resto. Es necesaria una transformación profunda: la Sociedad debe empoderar a la persona mayor, la Administración deberá dar ejemplo, ayudar a las entidades, apoyando a los equipos directivos que creen firmemente en otro modelo de cuidado. Ya no sirve pensar que se trata de una moda o autoconvencerse de que ya se está trabajando de ese modo por dar pequeñas pinceladas en lugar de pensar en un todo. Cada vez debemos ser más conscientes de que nuestro Sector ya ha cambiado, de la misma manera que nuestro usuario, nuestro cliente, la persona mayor y su familia lo ha hecho, y también lo están haciendo nuestros equipos profesionales. Nuestra sociedad envejece y se están generando nuevas necesidades que van a suponer un reto de adaptación. Cada vez necesitaremos empatizar más, saber no solo ver y oír, sino mirar y escuchar con atención lo que esta nueva Sociedad nos está pidiendo.

Quizás deberemos empezar por sentarnos a hablar con nuestros equipos y preguntarnos entre todos qué nos gustaría encontrar cuando nosotros nos veamos obligados a cambiar nuestro hogar por un nuevo lugar dónde vivir. Muchos de nuestros directivos ya se lo han preguntado y su respuesta les ha hecho liderar ese cambio que está llegando, de un modo imparable pese a quien pese y cueste el tiempo que cueste.

Quizás deberemos empezar por sentarnos a hablar con nuestros equipos y preguntarnos entre todos qué nos gustaría encontrar cuando nosotros nos veamos obligados a cambiar nuestro hogar por un nuevo lugar dónde vivir

En todos los ámbitos existe una resistencia al cambio, en cualquier sector de actividad si preguntas por qué se realiza un trabajo de un modo determinado, a menudo te contestarán que, porque siempre se ha hecho de ese modo, sin pensar si es la mejor manera de llevarlo a cabo, solo la costumbre nos rige en la mayoría de nuestros actos. En nuestro Sector tan solo somos personas cuidando de otras personas con la complejidad que ello supone. Si pensamos que cada uno de nosotros somos un ser único e irrepetible cada vez se nos hará más complicado volver al antiguo concepto de residencia en el que se institucionalizaba a una persona mayor y una serie de profesionales cumplían con sus tareas de un modo muy correcto, pero sin preguntarse por las necesidades reales de la persona que tenían enfrente.